lunes, 30 de agosto de 2010

Brigitte Bardot

Tal vez sea este el nombre femenino más famoso del país galo. El ícono del cine francés por excelencia: es esta la referencia más extendida sobre ella.

Su voluptuosa figura, sensuales labios y cabellera rubia abundante fueron un imán apenas resistible para los caballeros de mitad del siglo XX.

Equipara en belleza e influencia a otras artistas consagradas como Liz Taylor y Sophia Loren. Europeas que, aunque pocas, conquistaron el estrellato de Hollywood y las mieles del éxito les valieron para filmar cientos de películas.

No tenía la elegancia de la inglesa ni el aspecto dulce y romántico de la italiana. Ella poseía el encanto erótico francés, la perfección de una humanidad exuberante. Una pin-up completa, o como llamarían en su época, toda una cheesecake.

Y aunque Briggite es quizás la más esbelta de las actrices europeas, es a la vez, la menos mencionada en la posteridad. La razón: podrían encajar perfectamente en este eslabón sus continuos y efímeros romances. Desde su rompimiento con Roger Vadim el plano sentimental de su vida se volvió inconstante y desequilibrado, pero encontró un noble y altruista refugio: los animales.

Desde 1976 es la abanderada de una fundación que lleva su nombre, con la que busca proteger a animales en peligro, convirtiéndose en una de las activistas más influyentes del movimiento.

La soledad, el desamor, la melancolía. Muchos motivos pero ninguna certeza. Lo único cierto es que Brigitte Bardot brilló con luz propia. Una figura clásica que quedará grabada en la historia…

jueves, 26 de agosto de 2010

Algunas consideraciones a propósito del Bicentenario

Agradecimientos especiales a Rafael Pabón por la fotografía.

¿Quién fue el artífice de la independencia de Colombia? Si formulo esta pregunta a cualquier grupo de compatriotas seguramente responderán una respuesta. Al unísono. Sin dudarlo. Simón Bolívar. La mayoría de los países andinos conocen la historia lo suficiente para identificar a Bolívar como “El Libertador”. Sin embargo, parece que este conocimiento no les alcanza a los colombianos para formar una conciencia histórica que mantenga vivos los hechos tal cual fueron.
Este año se celebra el Bicentenario de la Independencia de Colombia según muchos estamentos importantes de nuestro país y los medios de comunicación. Error garrafal. ¿Podría decir la Alta Consejería Presidencial dónde se encontraba Simón Bolívar el 20 de julio de 1810, mientras los hermanos Morales solicitaban el famoso florero a José González-Llorente? Por todo el despliegue publicitario que respalda la idea de la conmemoración de Independencia, dudo que supieran que Bolívar se encontraba, desde hacía una semana en Londres con motivo de una misión diplomática.
La gente debe recordar que el día de la Independencia colombiana no es el 20 de julio de 1810. Simón Bolívar luchó por este suelo nueve años después, el 7 de agosto de 1819. En el Puente de Boyacá. La batalla decisiva que garantizó el éxito de la Campaña Libertadora de Nueva Granada.
Esa es la verdadera historia de la Independencia de Colombia. No se niega el hecho de que el 20 de julio de 1810 marcó un hito en la historia del proceso independentista y jugó un papel fundamental para libertar a la nación, mas esto no basta para confundir enormemente conceptos y circunstancias que generen el deterioro de la conciencia histórica y colectiva de los colombianos.
La historia debe ser contada tal cual es, o por lo menos, acercarse a la realidad del modo más exacto posible. Si bien es cierto que con el pasar del tiempo los sucesos pasados sufren tergiversaciones en su intento por transmitirse de generación en generación y se omiten y/o se agregan detalles, no se puede pasar por alto un equívoco de esas proporciones. Desconocer la historia de su país equivale a carecer de identidad y de cultura, y de igual modo, tal como afirmó el filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana, “aquel que olvida su historia, está condenado a repetirla”.
Ojalá dentro de nueve años aún se tengan recuerdos de las glorias pasadas y el gobierno relea los libros de historia que ha pasado por alto y rememore a los colombianos la verdadera semblanza de los hechos que nos trajeron hasta aquí.

sábado, 21 de agosto de 2010

And if only one thing had happened differently...

Inauguro sección! He optado por crear una sección más (Fragmento), en la que compartiré apartes de películas, que por una u otra razón se roben más que un instante de pensamiento y nos hagan reír, llorar o simplemente pensar.

El primer fragmento que comparto es de una película reciente, merecedora de sus récords en nominaciones de Óscar, y en mi concepto, superior a la que en la edición correspondiente la superó como mejor película -Slumdog Millionaire- .
Es, en definitiva, de la mejor ciencia ficción que he visto. Una cinta para repetir, El Curioso Caso De Benjamin Button (The Curious Case Of Benjamin Button)...


Alejo, un viejo recuerdo de infancia


Casi seguramente todos hemos tenido un compañero de infancia cubierto de pelos -o lana, en su defecto- con forma de oso, vaca, conejo, perro o cualquier otro integrante del reino animal.
Ese amigo inseparable no nos abandonó nunca en nuestra cama, incluso en el baño y hasta en el colegio.
De nombres comunes algunos, mientras otros más bien inimaginables. Estaban también esos que destacaban algún rasgo particular. Todos esos recursos nominales que bautizaban aquellas figuras indefensas y tiernas vuelven a la mente mientras recordamos...
En mi caso se llamaba Alejo. Me lo regaló mi mamá cuando tenía 6 años y venía en una caja de música, acompañada de un par de historias para leer antes de dormir. Me acompañó hasta hace poco, cuando desapareció inesperadamente de un refugio que había encontrado para él y para otros objetos de valor.
De él me quedan el mejor de los recuerdos y unas cuantas fotografías que le hice para un trabajo de la universidad.
Aquí les presento a Alejo el conejo, mi mejor recuerdo de niña. Y su peluche, ¿cómo se llamaba?

viernes, 20 de agosto de 2010

¿Fantasía o Realidad?



"La fantasía no es una forma de evadir la realidad, sino un modo más agradable de acercarse a ella". Michael Ende

El autor de uno de mis libros favoritos, La historia interminable, dio una explicación razonable, y por más necesaria, para tratar de entender ese impulso onírico y fabuloso inherente a la naturaleza humana.
Juzgado por una sociedad de época, cuyo pensamiento "realista" los hacía rechazar enérgicamente el exceso de fantasía, supo esquivar las críticas destructivas de una multitud y entregarnos, para la posteridad, tesoros escondidos en letras que son, literalmente, interminables.
«Reinaba el debate del escapismo. La crítica oficial afirmaba que sólo los libros de efecto didáctico en política y en la crítica social constituían la verdadera literatura. Todo el resto era descalificado como literatura de evasión. Sobre todo, por supuesto, la literatura fantástica».
Afortunadamente vivió para poder decir, además, lo siguiente: «La ficción, la fantasía, necesita de la vida».

Quiero dar un agradecimiento enorme a alguien que me ha hecho creer, una vez más, en la fantasía, y por regalarme, además, fotos tan lindas como la que acompaña esta entrada. Lo menos que puedo hacer por él es publicar su enlace para que conozcan su trabajo. A Rafael, un millón de gracias por existir...
http://www.flickr.com/photos/casiopea6

miércoles, 18 de agosto de 2010

Realidades

Hay realidades absurdas que nos invaden la vida; unas nos hacen llorar mientras otras nos hacen reir, pero de igual modo todas nos afectan, de tal forma que nuestro proceder refleja exactamente aquello que somos... humanos hartos de nuestra condición o seres capaces de trascender aquello que creemos impenetrable

lunes, 16 de agosto de 2010

La canción más artística del mundo

Hay canciones mejores que otras; hay unas más lindas, algunas que suenan más tristes o melancólicas, están las que son, indudablemente, más dolorosas... y así podríamos hacer miles de comparaciones como miles canciones hay... sin embargo, hay un referente que me he atrevido a señalar y que, debo admitirlo, aún puede sonar un poco ambiguo, sin embargo, me atreveré a explicarlo.
He llamado a esa categoría "Artística", es decir, he elegido la que, a mi parecer, es la canción que reúne el mayor número de elementos artísticos -que también he escogido a mi criterio- tanto en su letra como en su melodía.
La canción que considero más artística de todas -al menos en español- es "Te tomaré una foto" de Tiziano Ferro. Hay algo que no puedo explicar en ella, su letra, su ritmo, su melodía... es simplemente especial y cautivadora. Creo que lo artístico, si bien es bello, también en el plano musical podría albergar algo de nostalgia y melancolía, y creo que esta canción logra el punto exacto, la conjunción perfecta entre el amor y el desamor. El ritmo es apenas adecuado, transmite en él la misma inyección de sensibilidad impregnada en la letra y en la interpretación.
No creo que tenga nada más que anotar, mejor que sean ustedes quienes juzguen por sí mismos el nivel artístico que la canción pueda tener...

Un genio llamado Andy Warhol


He decidido añadirle algunas secciones al blog, entre ellas esta que hoy estreno llamada La Figura, donde destacaré a personajes que, de uno u otro modo, han logrado consagrar un nombre en la historia de la humanidad


Pocas personas como Andy Warhol. Sin duda, este enigmático y controvertido personaje será recordado por siempre a lo largo de la historia. Cientos de mitos bordean su vida, la hacen deliciosamente atractiva a los ojos de unos, mientras que para otros resulta terriblemente vulgar.

El ícono del arte sesentero por excelencia es todo un mito. Su destreza, talento y exuberancia le otorgaron un seguro puesto en la memoria de todo aquel que desee conservar para sí el legado de los artistas que han hecho eco en el tiempo.

Warhol fue absolutamente diferente. Le hizo entender a todos que desde la señora de los tintos hasta el empleado de mayor rango de una multinacional toman Coca-Cola. Universalizó las marcas, las convirtió en algo único, pero al mismo tiempo, popular. Desmitificó los rangos y satanizó la élite. Hizo sagrado lo mundano. Recordó al mundo que el arte es patrimonio de todos, aunque algunos quieran monopolizarlo.

Andy Warhol bien podría ser considerado un semidiós del arte moderno que convirtió en bello lo ordinario y mostró a la gente lo que hay más allá de una lata de conservas, por eso, es un ejemplo perfecto, un personaje ideal a destacar.

domingo, 8 de agosto de 2010

CandyAttack

Adoro los dulces, para la muestra un botón...

Un tributo a esos dulces que marcaron nuestras vidas y que la han hecho mucho más deliciosa

J. K. Rowling y su portentoso espíritu creador


Mi primer contacto con Harry Potter lo tuve cuando estaba próxima a cumplir 18 años. Iba a ser mayor de edad y no tenía ni idea de lo que escondía Hogwarts ni de las aventuras del niño mago más famoso del planeta. Nunca había visto ni siquiera un tráiler desde que salió la primera película en el 2001. Debo confesar que este extraño hecho -porque para la edad y la época, quien no hubiera visto al menos un corto de la saga era casi una especie en vía de extinción- se debía a que me hastiaba la idea de que todo el mundo se volcara a ese niñito hechicero de gafas redondas, y además de esto, lo subestimaba. Jamás pude imaginar a Harry Potter como una invención digna de admirar, y qué alejada de la realidad estaba...

Un dicho popular reza que a quien no le gusta el caldo de le dan dos tazas, y bien, ese fue mi caso. Terminé enamorada de un novio fanático de Harry, colección que tenía un lugar privilegiado en su nutrida biblioteca. Al principio no fue difícil convivir con ello, pero con el tiempo era cada vez más complicado ser fiel a mi promesa de no saber absolutamente nada del maguito. Cada vez mi novio era más insistente en su petición de que me aventurara a leer esas páginas, y finalmente alguien tuvo que ceder (obviamente yo). Prometí comenzar a leer la serie y en caso de no gustarme la abandonaría, pero resultó siendo toda una adicción.

Empecé a adentrarme en ese mágico escenario y me atrapó por completo, nunca querré salir.

Y es que ese fenómeno llamado Harry Potter sólo puede tener una protagonista, su genial autora, Joanne Rowling. Con pocos autores contemporáneos podría comparar yo a esta artista, dueña de un talento y de un instinto peculiar que impregna en sus obras, que las hacen marcar la diferencia y permanecer por siempre en la mente de quienes tienen el placer de leerlas. Sólo ella podía crear un universo permanente, mágicamente real, que traspasa la ficción y tiene vida propia.

Si ya leyeron Harry Potter sabrán que lo que les digo es cierto, y si no lo han hecho, no tengo más invitación que mi testimonio, que hoy es una declaración fanática de la admiración que siento por J. K. Rowling y su insuperable creación.