lunes, 25 de octubre de 2010

El Nobel más noble

Pocas personas legaron tanto  a la humanidad y fueron tratados como viles villanos como Alfred Nobel. Su histórico invento, la dinamita, lo condenó –al menos en su época- en lugar de conferirle la distinción merecida. Fue Nobel quien tuvo que cargar con la responsabilidad atañida por los demás, de los nefastos estragos de la guerra. Toda una campaña proselitista cuyo objetivo no era otro que desacreditarlo, el punto más álgido de la envidia de aquellos que, con recelo, lo veían convertirse en el hombre más rico de su época.
“Periódicos, políticos, medios comerciales e industriales hicieron recaer sobre él la responsabilidad de los horrores de las guerras futuras.  Olvidaban o desdeñaban los notables servicios que podrían prestar la dinamita y otros explosivos, empleados con fines pacíficos.  Nobel no había trabajado para acrecentar las matanzas, sino para impulsar la ciencia en su camino hacia el progreso; aún más: conservaba la ilusión de contribuir a descartar los peligros de nuevos conflictos bélicos, mediante los resultados de su labor. ¿Cómo hubiera sido posible llevar a buen fin los trabajos de los túneles del Simplón, de 20 kilómetros de largo, o del San Cotardo, de 15 kilómetros, sin el auxilio de la dinamita?”  http://www.portalplanetasedna.com.ar
Hasta tal punto se extendió aquella cruzada que buscaba mancillar el nombre del inventor de la dinamita-goma y la balistita, que Nobel se vio obligado a abandonar París, su ciudad de residencia:
“En 1891, Alfred Nobel estaba en París.  Una mañana, mientras hojeaba un periódico, leyó con asombro la noticia de su muerte.  Se trataba de una horrible broma, pero más afectado se sintió aún por los comentarios que acompañaban la noticia, los cuales llegaban hasta el ensañamiento.  Algunos lo calificaban de `ser maléfico´; otros, de `autodidacta que lleva a los hombres a su destrucción´.  Todos sus detractores afirmaron que se respiraba una atmósfera de alivio, pues por fin desaparecía un hombre que había dedicado toda su vida a descubrir los medios que permitirían a la humanidad provocar más cruelmente su propia perdición.” http://www.portalplanetasedna.com.ar
Parece que lo único que, en parte, logró retribuirle su ingenio fue el dinero. A su muerte, la fortuna recaudada por el sueco como patente y regalías de sus inventos, superaba los 9 millones de dólares. Fondos, que en su totalidad, fueron destinados a una de las labores altruistas más significativas que pueda recordar la humanidad: la creación de la Fundación Nobel y sus homónimos premios. Su testamento retó todas las predicciones, pues despojó a su familia de herencia alguna, dejando como únicos herederos a las grandes mentes, genios que como él, contribuyeron invaluablemente al desarrollo de la ciencia y la humanidad, aunque los siempre ignorantes, se nieguen a aceptarlo.

El testamento de Alfred Nobel

"La totalidad de lo que queda de mi fortuna quedará dispuesta del modo siguiente: el capital, invertido en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyos intereses serán distribuidos cada año en forma de premios entre aquéllos que durante el año precedente hayan realizado el mayor beneficio a la humanidad.

Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales, que serán repartidas de la siguiente manera: 
Una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento o el invento más importante dentro del campo de la Física.
Una parte a la persona que haya realizado el descubrimiento o mejora más importante dentro de la Química.
Una parte a la persona que haya hecho el descubrimiento más importante dentro del campo de la Fisiología y la Medicina.
Una parte a la persona que haya producido la obra más sobresaliente de tendencia idealista dentro del campo de la Literatura.

Una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz.
Los premios para la Física y la Química serán otorgados por la Academia Sueca de las Ciencias, el de Fisiología y Medicina será concedido por el Instituto Karolinska de Estocolmo, el de Literatura, por la Academia de Estocolmo, y el de los defensores de la paz por un comité formado por cinco personas elegidas por el Storting (Parlamento) noruego. Es mi expreso deseo que, al otorgar estos premios, no se tenga en consideración la nacionalidad de los candidatos, sino que sean los más merecedores los que reciban el premio, sean escandinavos o no". http://www.uv.es/jaguilar/historias/nobel.html

domingo, 10 de octubre de 2010

La vida cuando se tiene la sangre azul / Parte I

Siempre he sentido una extraña atracción por las dinastías, la realeza, los príncipes y reinas, por la `sangre azul´… No puedo explicar a qué se debe tal interés, y esta entrada tampoco es un intento por hacerlo, sino más bien, por tratar de entender a fondo este particular tema que me seduce y espero que también logre captar su atención.
Empecemos por definir ciertos conceptos ligados a la cuestión. Lo primero es remontarse a la Monarquía, a uno de los modos de gobierno propuestos por Aristóteles, que junto con la Aristocracia y la República representa las maneras ideales de ejercer la política. Su modo corrupto es la tiranía, y su principal característica, como lo evidencia su etimología, es que el gobierno recae en una sola persona, donde el cargo supremo se distingue por ser:
  • personal, y estrictamente unipersonal
  • vitalicia (en algunos casos históricos existieron magistraduras temporales con funciones similares, como la dictadura romana, y en muchos casos se produce la abdicación voluntaria o el derrocamiento o destronamiento forzoso, que puede o no ir acompañado del regicidio).
  •  designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por un grupo selecto (monarquía electiva)
(Fuente: Wikipedia.org)

Un poco de historia…

Desde la Edad Antigua se tienen rastros de la consolidación de la monarquía. Nombres como Minos o Príamo son comunes al hablar de los primeros reyes occidentales. Pero incluso, ya en la mitología griega se vislumbraba una gran figura monárquica: Zeus, el gran dios, que junto con sus hermanos –que bien podrían considerarse príncipes- dominaban el mundo y sus alrededores, el Cielo, el Caos, el Océano. Cada uno era autoridad en su respectivo escenario.
Siguiendo con la línea temporal, la Edad Media tuvo muchos altibajos con respecto al tema de las dinastías reales, sin embargo, la Baja Edad Media ofreció un panorama más que favorable para este tipo de gobernación. El feudalismo reforzó este sistema: los Estados modernos surgieron gracias a que la burguesía, en ascenso, se apoderó de los nuevos mercados y desembocó en la consolidación del capitalismo. A los nuevos comerciantes les convenía la fortalecimiento de un poder soberano, que regulara el orden y ofreciera estabilidad a su nueva actividad económica, relación de simbiosis estatal que se selló con la relación clero- nobleza- burguesía.

Aunque la historia ha conocido varios tipos de monarquía –absoluta, parlamentaria y constitucional-, la que prevalece hoy mayormente es la parlamentaria, que cuando se hace más participativa podríamos tildarla de constitucional, tal es el caso de España. Por estos tiempos el rey no impone su palabra, y aunque ostente el poder simbólico de unidad nacional, más como una tradición ancestral, no se puede hablar de una imposición de la autoridad, pues el régimen político es considerado democrático, ya que una Asamblea, Parlamento o Concejo de Estado es quien, en última instancia, conduce el país.

A continuación les dejo unas diapositivas muy completas sobre el tema y la situación actual de las familias reales, que servirá de base para la próxima entrega.



En palabras de Francisco de Quevedo: "Que el reinar es tarea que los cetros piden más sudor que los arados, y sudor teñido de las venas; que la Corona es el peso molesto que fatiga los hombros del alma primero que las fuerzas del cuerpo; que los palacios para el príncipe ocioso son sepulcros de una vida muerta, y para el que atiende son patíbulos de una muerte viva; lo afirman las gloriosas memorias de aquellos esclarecidos príncipes que no mancharon sus recordaciones contando entre su edad coronada alguna hora sin trabajo." 

miércoles, 6 de octubre de 2010

Olor a inmunidad

Me he tomado el atrevimiento de subir al blog una tesis que escribí durante el semestre pasado en la universidad. Se trata de unas líneas que toman como referencia la película El Perfume, basada en el libro homónimo de Patrick Suskind,y que no pretende ser otra cosa que mi pensamiento volátil acerca de la asombrosa capacidad del sentido olfativo del protagonista. Aquí, el video con los primeros minutos de la película, fragmento al que aludo.



Un aroma visceral envolvía el ambiente. El hedor reinaba en cada rincón del pútrido mercado. La miserable realidad de la mujer se imponía y las contracciones anunciaban el desenlace inexorable. Cuatro exactas situaciones precedían el caso. La monótona rutina volvería a acontecer. Todo estaba dispuesto para que la inmundicia y la podredura consumaran el hecho y ahogaran el llanto de la indefensa criatura que acababa de nacer. Tan indefensa que podría sucumbir a una batalla, a una epidemia, a una enfermedad, a la muerte…

Pero la ironía se burló de la costumbre, y la misma dureza de la atmósfera que haría las veces de arma mortal se concentra en él y lo exime del dolor, del suplicio, de la realidad…

La pestilencia del espacio lo hizo inmune a la muerte.

viernes, 1 de octubre de 2010

Una reseña sobre Death Note

Amé Death Note desde la primera vez que lo vi. Si bien el anime no es mi delirio, no puedo negar que el primer capítulo me cautivó, me pareció diferente, me ofreció algo que las demás series japonesas no me lograban vender, así que decidí seguirla toda. Sus 37 capítulos lograron que la considerara una de las mejores propuestas animadas que conozco. Sus personajes, su historia, sus componentes. Todo me convenció a excepción de un par de detalles que ahora, con más detenimiento, narraré.

Light Yagami es un brillante estudiante japonés que, recién ingresado a la universidad, encuentra un cuaderno aparentemente normal, pero con una característica trascendental: es un death note, un cuaderno de la muerte: si escribes el nombre de una persona, indefectiblemente morirá. Esté donde esté, bajo las condiciones que viva, el arma es un lápiz y la salida, ninguna. Un joven oriental es quien decide el destino del mundo si así lo desea, todo se reduce a su capricho.

L es el detective privado más cotizado del mundo, él es el encargado se complicarle la vida  a Light cuando parece que tiene todo bajo control.
Unos cuantos capítulos y la historia da su primer gran giro: aparece Misa. No les cuento más porque no quiero `spoillearlos´, lo que quiero es animarlos a que lo sigan, a que ustedes mismos saquen conclusiones y descubran el ficticio mundo japonés cuando aparece una death note en la tierra. Sin embargo, no voy a omitir detalle alguno en la percepción que tengo de la serie, aquí les va:


Death note quiso ser ambicioso, y lo logró. Crear una historia de ficción sin dejar cabo suelto ya representa en sí mismo un mérito. Sin embargo, la obra no es perfecta. La prematura muerte de L –no digo que no muriera, pero por lo menos no era el momento, no era el modo- y la aparición intempestiva de Mello y Near dividen la serie abruptamente, y más que algo inesperado, se percibe como un acto de afán, una acción urgente demandada por la pobre resolución que resultó significando un giro sin sentido justo en el eje central de la historia.
Death Note presenta de manera innovadora elementos poco usuales en las series anime: personajes centrales con un alto grado de heroicidad sin ser seres sobrenaturales, sin poderes especiales como visión de rayos láser o el típico cliché de ese estilo. Ellos sólo tienen un arma: la inteligencia. La suficiente para ser algo real y que no sobrepase la línea de lo fantástico.
También convergen en la serie ingredientes propios de la cultura japonesa, el caso de los shinigamis. Estos espíritus orientales son esenciales en el desarrollo de la trama. Sin shinigami no hay death note, no hay trato, eso es claro.
La cuota femenina corre por cuenta de Misa. Ella es el lado angelical y sensual, simultáneamente. Su carisma sólo te deja dos opciones: que la ames o la odies, y creo que el primer grupo gana por cantidad. Otro punto indispensable de la historia, un pequeño detalle con el que no se contaba al principio y que da un giro completo e insospechado en los hechos.
Near y Mello son los grandes errores de la trama. Nunca se percibe un asomo de su existencia, si bien justificada en su aparición, no de igual modo convincente. Una copia barata de L, eso son ellos para mí.
Los demás personajes son los justos y necesarios, sin carencia o exceso de protagonismo o relevancia. Cada cual hace lo suyo para que la serie fluya sin complicaciones y siga su curso normal.
De manera general Death note es genial, su esencia, su naturaleza es en sí misma diferente. Unos cuantos errores –y recalco, en mi concepto- no lo desacreditan ni le restan gracia. Es simple y llanamente una serie que todo amante del anime debe ver, y sobre todo, un buen comienzo para aquellos que no los atrapa este mundo, y sin lugar a dudas, una excelente propuesta argumental, muy alejada de los prototipos acostumbrados y la rutinaria ficción extrema que ofrecen los mediocres que creen que hacen televisión.



Y si esto no es suficiente aquí les dejo un trailer de la serie para que se animen a verla!


Y si les gustó, también un post de un blog dedicado a Death Note, donde la pueden seguir capítulo a capítulo