martes, 12 de mayo de 2015

Jardines verticales, arte que cae de pie

Este artículo fue publicado en el diario ADN el 20 de mayo de 2014.

Decorplantas halla la inspiración de sus diseños en las coloridas fachadas de Barrio Abajo.


La técnica de los jardines verticales gana terreno en Barranquilla, sobre todo en espacios exteriores.  


Cubrir una pared con flores es algo que, a gran escala, logra el francés Patrick Blanc desde 1978, cuando levantó el primer muro vegetal en la Ciudad de las Ciencias y de la Industria de París, y patentó su invento en ese mismo año. De allá data una historia de archivos más recientes para Barranquilla, que desde hace tres años ve subir la curva de crecimiento en cuanto a esta técnica decorativa.

Solo en el 2013, los jardines verticales, como también es llamado el arte ornamental, se asomaron a las soleadas fachadas barranquilleras. Primero fue en Luxury Garden, el centro comercial de marcas de lujo ubicado en la esquina de la calle 79 con carrera 51, que en septiembre despuntó sus tres pisos y 835 metros cuadrados. Tres meses después, justo diagonal, fue la Bojanini Art Gallery, con columnas de follajes que adornan el café bistro Le Jardin, nombre apenas ideal para el lugar.

Cuenta Víctor Hugo Trespalacios, socio y paisajista de Decorplantas, empresa que lleva 36 años en el mercado del diseño de jardines, que la técnica está vigente en el mercado hace 10 años, pero no estaba generalizada hasta hace poco menos de un lustro. Adaptarse a nuevas reglas arquitectónicas, espacios reducidos y condiciones de diseño interior en constante evolución llevó a esta lluvia botánica colorida a instalarse en espacios interior, sobre todo, en un comienzo.

Víctor Hugo Trespalacios, experto en el tema.
“Además de ofrecer una alternativa para decorar, amortizan el calor”, acota el experto,  convirtiéndose en pequeños pulmones coloridos que apaciguan el efecto invernadero y oxigenan un ambiente saturado de contaminación.

Los contrastes de color y figuras logrados con especies ideales en cada ambiente (interior y exterior) son óleos que cambian de dimensión que pueden resultar por un valor de $50.000 para una plataforma de 30x30 centímetros, por ejemplo. “Nosotros trabajamos con el presupuesto del cliente”, afirma Trespalacios, quien calcula el valor de cada jardín vertical dependiendo de las plantas escogidas para tapizar.

Desde aromáticas, como la albahaca, la ruda o el romero, hasta exóticas, como la de fuego, se resguardan en pequeños módulos que pueden estar divididos en varios bolsillos de sembrados, previa impermeabilización. Un sistema de goteo está conectado a varios de esos saquillos negros, que impulsa agua a tiempos establecidos y que, a su vez, recae en los niveles inferiores de estos muro de vegetación. Un mantenimiento mensual, en promedio, sale en $100.000.

La idea del paisajista de un ‘jardín de pie’ soñado para Barranquilla reverdece en Barrio Abajo, el lugar que lo ha inspirado para diseñas fachadas refulgentes forradas de tonos vivos, que crean contrastes entre paredes y ventanas, puertas y faroles, con la apariencia típica de las casas-patrimonio que aún sobreviven en el emblemático vecindario.

De la Madre Patria, con ecología

El primer jardín vertical que el francés Blanc construyó en España fue inaugurado en julio del 2007. Es una pintura viviente de 15.000 plantas que forran de verdor el CaixaForum, el espacio de encuentros artísticos y culturales de Barcelona.

Desde mucho tiempo antes, Miguel Agulló se dedicaba al paisajismo en Alicante, España, donde hoy es dueño de su propia empresa de consultoría en jardinería y comercio internacional. A Barranquilla ha venido tres veces en los últimos dos años a dictar, junto a Inpsicon y la Universidad del Norte, cursos intensivos teórico-prácticos sobre el arte de la jardinería.

Luxury Gardens, el centro comercial que los puso de moda en exteriores
La semana pasada volvió en compañía de del ingeniero Ricardo Palero Marco, especialista en innovación en jardinería vertical, autor de un sistema de paneles de cubiertas vegetales y jardines verticales totalmente ecológicos. Ambos, con el conocimiento que han adquirido en Europa, la ‘mata’ de estos ornamentos, llegaron a la ciudad para presentar una forma diferente y práctica de levantar estos muros vegetales.

Se trata de un sistema de bandejas en fibra de vidrio que es resistente a la humedad, que cuenta con soportes de acero inoxidable que se aferran a la pared. Un sustrato a base de musgo deshidratado recibe pequeños riegos que se hidratan y dan el punto de humedad requerida. Sobre esto, una malla de sujeción agarra las especies que adornarán el cuadro.

Es un orificio de pasatubos en la parte superior el que recibe el riego, que cae en forma de lámina de agua uniforme, gracias a una tubería porosa. “Un parte se impregna en el musgo, mientras que un pequeño excedente baja”, explica Agulló, quien advierte que en la capital del Atlántico, el principal error en estos muros radica en el uso de especies que “no soportan este sistema de cultivo y no se logran adaptar”.

En este sistema ecológico propuesto por los españoles, el  mantenimiento de los jardines es casi nulo, a excepción del corte del follaje que vaya creciendo en ellos. “No usamos fertilizantes, porque es el mayor problema”, agrega Palero. “Un poco de agua es suficiente” para conservar estas pinturas de ramitas en estado óptimo.

La Bojanini Art Gallery también los exhibe en su fachada
Especies como las bromelias, algunas plantas crasas con gran reserva de agua, tapizantes (como el maní enano), y las mismas trinitarias, tan abundantes en Curramba, poseen condiciones ideales para crecer verticalmente en exteriores, sugiere Agulló. Trespalacios incluye en la lista plantas de flor como las azulinas, los besitos y las tú y yo.

Para interior, el principal consejo es dar con vegetales de crecimiento limitado y acondicionar el factor lumínico de manera vertical, para estimular la fotosíntesis. Las calateas, filodendros, higueras trepadoras y peperomias son algunas de las recomendadas.