lunes, 31 de diciembre de 2012

Que todo sea mejor...
























Mi mente no recuerda un año que quisiera desaparecer tan pronto como el 2012. Sí, me dejó momentos agradables y personas muy buenas, con nombre propio y que hoy están a mi lado y me hacen muy feliz, pero también me disparó a quemarropa al llevarse otras invaluables en mi vida. Fue un año de batallas a superar, de conocer el karma, de saber quién eres y hacia dónde te encaminas. Fue un año para enfrentarme a mí mi misma y superar obstáculos. Para aprender

Pero ya está bueno, ya quiero que este bisiesto queme sus 366 días y le dé paso a un, seguramente, mejor año. Quiero un 2013 limpio y ensoñador, pacífico, para enmarcar. Quiero luz y que no sea intermitente. Quiero noches tranquilas, sin llorar. Quiero ratos inolvidables. Y letras, muchas letras indelebles.
Todo va a estar bien. Yo lo sé.

¡Bienvenido, 2013! Ya estás en mi lista de sueños, y eso, es mucho decir.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El Bicentenario de los cuentos de Grimm



El 20 de diciembre de 1812 apareció la primera edición de los cuentos recopilados por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, un libro destinado a convertirse en uno de los más conocidos del mundo.

Desde entonces, los cuentos de los hermanos Grimm, como se les conoce, han sido traducidos a 170 idiomas y desde 2005 la primera edición, que se encuentra en Kassel (centro de Alemania), forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El bicentenario de esa primera edición servirá en el país germano para dar comienzo al llamado Año Grimm, que se prolongará durante todo 2013 y que tendrá como epicentro Kassel, ciudad en la que vivieron los dos hermanos entre 1798 y 1841.

El éxito de los cuentos no fue inmediato. Al comienzo, a muchos lectores no les gustaron por el exceso de detalles crueles que incluían y de notas de pie de página de los dos hermanos que estaban más acostumbrados al rigor filológico que a la creación de bestsellers.
Hansel y Gretel

Caperucita Roja

Rapunzel

Otro de los impedimentos para el éxito fueron las alusiones sexuales demasiado directas, que fueron eliminadas de ediciones posteriores.

Los cuentos que les darían fama mundial eran solo uno de los muchos proyectos de dos profesores que tenían como propósito clave recoger la tradición cultural popular alemana, para lo cual también realizaron colecciones de sagas y de poemas.

Además, Jacob y Wilhelm Grimm empezaron el primer diccionario histórico de la lengua alemana, que se concluyó en 1961, y crearon la germanística como disciplina universitaria.

Todo ello hace que muchos expertos consideren que los hermanos Grimm tienen al menos la misma importancia para la cultura alemana que la que puedan ostentar los llamados clásicos de Weimar, Johann Wolfgang Goethe y Friedrich Schiller.

La recolección de cuentos empezó hacia 1806 y, pese a la idea romántica de los dos hermanos de ir de pueblo en pueblo para recuperar historias perdidas, todo parece indicar que el trabajo de campo fue mínimo y que quienes les contaban las historias fueron personas que pertenecían a su círculo de amigos y conocidos.

La Bella Durmiente

Los Grimm nunca hicieron trabajo de campo, sino que recurrieron a la gente que conocían en Kassel”, afirma el germanista Heinz Röllecke en una entrevista para el semanario Die Zeit.

Otras historias las obtuvieron de viejos libros y recurrieron a autores tan diversos como el reformador Martin Lutero y el zapatero-poeta Hans Sachs.

La presencia de muchos cuentos que ya habían aparecido en la colección del autor barroco francés Charles Perrault se debe a que algunas de las personas que les relataban los cuentos eran de origen hugonote y, según Röllecke, contaron esas historias que habían aprendido de sus mayores con fuerte acento del Land, de Hesse, donde está Kassel.

“Los Grimm tomaron entonces esos cuentos como originarios de Hesse”, dijo Röllecke.

El detalle es curioso porque el propósito de los Grimm era recuperar tradiciones alemanas como forma de resistencia frente a la dominación napoleónica y, a través de los hugonotes, terminaron incluyendo en la colección cuentos franceses.

La idea inicial había sido del poeta romántico Clemens Brentano, que le había encargado a los Grimm que hiciesen la recopilación.


Blancanieves
Posteriormente, Brentano perdió interés en el proyecto y los Grimm decidieron que lo que habían hecho no podía perderse y siguieron trabajando.

Tras la edición de 1812, Jacob Grimm se concentró en otros asuntos como la lingüística o la historia de las religiones.

Wilhelm Grimm, en cambio, se dedicó a reescribir los cuentos para hacerlos más atractivos y a aumentar la colección, para lo cual recurrió a nuevas personas conocedoras de relatos.

En 1815 apareció la segunda edición, menos voluminosa que la primera, y, con las modificaciones introducidas por Wilhelm Grimm, fue el comienzo de un éxito que sigue vigente. Efe

Cenicienta




lunes, 24 de diciembre de 2012

Otra vez...¡llegó Navidad!


Una ventana que se abre. Una ilusión que se cuela. Una luz que se enciende porque es Navidad. Llegó la hora de los abrazos, la cena y las risas. La hora de reunirse, otra vez, junto al árbol, el Pesebre, y celebrar que hay una razón universal que nos une: el amor

Que estas letras, nuevamente, lleven un mensaje reconfortante y luminoso a quienes han seguido, entrada a entrada, este compendio de locuras y manías, de historias. Permítanme colgar, como agradecimiento, un adorno hoy sobre el árbol invisible de la literatura que nos une, y que fortuitamente y a fuerza del destino, nos ha hecho converger en este rincón del espacio. Indeleblemente


jueves, 20 de diciembre de 2012

Para el maestro que creyó...


Hace un mes que se fue y no lo hemos asimilado. Hace una falta tremenda. Lo extrañamos y no hay más que decir. 



Se despachó enseguida, sin saludar, como solía hacerlo siempre. “De los once párrafos que tiene tu nota de hoy, cuatro no dicen absolutamente nada. Es una oda ególatra al ‘yo’ poeta. Sí, escribes muy lindo, pero al lector hay que darle datos”. Debí callar. ¿Había algo que responder? Cuando me atreví a balbucear, a intentar darle la respuesta que tácitamente pedía, solo osé decirle: “Es que la reportería no salió. No encontré nada bueno”. Un segundo y otro más. “Andrea, nunca puedes fracasar como reportera. En eso no tenemos derecho a fallar”.

Desde ese día, salgo a trabajar con la plena seguridad de que las historias están debajo de las piedras. Solo la pereza nos impide levantarlas. Sacrificio y obstinación. Esa fue la fórmula que me dio en sus primeros correos electrónicos, cuando me explicó en qué consistiría mi labor en El Heraldo. “Si te superas, y no te quiebras, pronto entrarás acá, progresarás, tendrás bebés…”. Creo que ya los he tenido. Cada nota, cada artículo, cada crónica, es un hijo que aprendo a concebir en medio de una lucha en la que —en palabras de él— no puedo claudicar: en aquella por no dejar de ser originales.
No vi a Ernesto McCausland durante más de dos meses. Llegué al periódico en los pasados carnavales y, al poco tiempo, él tuvo que irse porque tenía otra batalla que demandaba su tenacidad. Durante ese período de ausencia física siguió siendo el capitán de nuestro barco. Desde su teléfono, desde el iPad, comandaba a la tripulación de El Heraldo a larga distancia. Nos leía, nos corregía, nos aplaudía. Nunca dejamos de ser ‘nosotros’. Nunca dejó de estar cerca.
Me tocó su muerte por acá, en Bogotá, lejos y con frío. Una llamada a las 5:36 de la mañana, mientras sueñas que duermes en casa, no debía avisarme nada bueno. Hoy sigo acá, con el mismo frío, pero con un dolor con el que no llegué. Extraño estar en Barranquilla para sentir que estoy un poco más cerca de él para agradecerle por ese voto de confianza que me dio, a los 21 años, sin un cartón de periodista, pero con una crónica bajo el brazo: mi boleto de entrada a El Heraldo.
Fernando Araújo me mandó a escribir esto sin llorar. Esa es una razón más para no hacer caso. Cada dos palabras, se me vienen a la mente los delineados gestos de McCausland, sus pasos largos, su particular manera de pedirte una nota en la que todas tus energías se iban buscando algo innovador porque “lo pidió Ernesto…”.
Hoy les presto estas letras a mis compañeros de El Espectador, arropada con el sinsabor de no estar allá, para rendirle un homenaje al cronista que no solo brilló para sí, sino que prestó su luz para iluminar el camino de otros, como yo.
Gracias, Ernesto, por darle vida a un verbo que ya escasea: creer.

domingo, 16 de diciembre de 2012

¿De dónde salió Papá Noel?



Papá Noel es un viejo regordete y bonachón que vive en el Polo Norte, anda en un trineo alado por renos mágicos de nariz roja y lleva años repartiendo, sin cansancio, regalos a todos los niños del mundo. Al menos, eso es lo que cuentan las leyendas urbanas de este popular personaje de barba blanca y copiosa, de sonrisa generosa y buen comer, al que le encantan las galletas y las bebidas calientes.

Esos datos y otros más no los hemos aprendido en el colegio, tampoco en la Biblia o en algún referente religioso que permita rastrear su origen más certero en el verdadero seno de la Navidad. Los hemos sacado del ambiente que permea los días festivos de diciembre: de las figuras en porcelana, plástico, tela y cualquier otro material que permita representar al viejito pascuero. Esas que usamos para adornar los hogares por estos días.

Nos acostumbramos a verlo en dibujos animados, en películas de la temporada, en la publicidad navideña… Papá Noel habita en todos lados, tiene cualidades omnipresenciales. Pero muchos aún no dan con su origen, que sí es de lo más sagrado posible, pero que con el tiempo se fue alterando.

La leyenda. Nicolás de Bari vivió en el siglo IV y llegó a ser obispo de Myra, una ciudad ubicada en la península de Anatolia, en Turquía. “La devoción a San Nicolás creció muy rápidamente en el ambiente cristiano de estos primeros siglos por la figura de obispo, del hombre de la caridad, del hombre que enseña”, explica el sacerdote Edgardo Bernales, rector del seminario Juan XXIII de Barranquilla.

El obispo murió un 6 de diciembre del año 345, por eso la Iglesia Católica celebra hoy su fiesta. Pese a haber vivido y muerto en la Myra de Oriente, se conoce en occidente como Nicolás de Bari porque fue en esa ciudad italiana donde desembarcaron sus reliquias en el siglo XI. Es en ese lugar donde se levantó, entonces, su basílica. Y parece que su destino fue seguir viajando.


La deformación. “Parece ser que esta devoción de San Nicolás como el obispo, el caritativo, pasó a los Países Bajos, y toda esta idea del santo protector (también hay una devoción de San Nicolás como protector de los marineros) la llevaron los descendientes de los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos provenientes de esas naciones; así llega el culto a San Nicolás. Los colonizadores holandeses que llegaron le llamaban Sinterklaas y allí, de alguna manera, empezó la leyenda”, cuenta el sacerdote.

Pero la deformación de la imagen de santo de Nicolás vino en 1821. “A través de un relato se convirtió en lo que hoy conocemos como Santa Claus. Un cuento de 1821 llamado Una visita de San Nicolás describe al obispo como un hombre alegre, pero empieza a deformarlo con características de tipo folclórico: este hombre bonachón, gordito y con los rasgos que hoy conocemos. Parece ser que desde allí, desde esa descripción de Clement Clarke Moore, el autor, se terminó deformando la imagen”, continúa el presbítero.

Hay algunos datos históricos que refrendan la posición de población protestante que quiso eliminar esa imagen de Papá Noel porque estaba llena de elementos que pertenecían al paganismo.

“Hay muchos grupos de cristianos protestantes que lucharon por eliminar esa presencia de Santa Claus porque terminó uniendo afectos de personajes legendarios de fiestas del Norte de tipo pagano que hacen parte de la tradiciones folclóricas de esos países. Por ejemplo, de Holanda tomaron una historia de un hombre de barba con un caballo blanco que reparte galletas, eso hace parte de las tradiciones folclóricas y se las unieron a la imagen de San Nicolás. El referente hoy de Santa Claus está lleno de elementos que rayan en lo mítico”, precisó.

Aquí empezaría, entonces, el famoso cuento de Papá Noel como hoy lo conocemos, el Papá de la publicidad navideña. Coca Cola ha sabido aprovecharlo bien... (estas son algunas imágenes de sus campañas de fin de año, utilizando a Santa). 






La postura de la iglesia. A San Nicolás le tocó mutar a Santa Claus, o como se le conoce en este lado del hemisferio, a Papá Noel. La Iglesia Católica lo reconoce como un símbolo popular pero no tiene relación directa con él y señala que su influencia ha sido mayormente publicitaria.

“Estamos ante la influencia de los medios, no solamente de una historia, de un cuento, sino también de la publicidad que pintó esta imagen y la utilizó para asociarla con los regalos. Papá Noel se ha convertido en un producto comercial, por el cual la Iglesia no tiene ninguna veneración, ninguna devoción. Otra cosa es San Nicolás de Bari que se celebrara el 6 de diciembre”, puntualizó Bernales.

Si se trataba de condensar la Navidad en una figura, Papá Noel lo consiguió.


Los niños son quienes más esperan al viejito pascuero y sueñan con su imagen mágica

domingo, 2 de diciembre de 2012

¡El Niño Dios llegó a Barranquilla!

Este artículo fue publicado en el diario El Heraldo el día 18/12/2012


Las fotografías son de Jairo Rendón

Desde ya, los comerciales de televisión de juguetes, muñecos y otras entretenciones empiezan a rotar con mayor frecuencia. Al mismo ritmo, los pequeños de la casa comienzan a anhelar esos ingeniosos objetos que los maravillan y que prometen hacerlos pasar inolvidables momentos de diversión.

Llega Navidad. Llega la época de los dulces y la comida, de los viajes y los reencuentros en familia y, por supuesto, de los regalos. Los chiquillos esperan con ganas que el Niño Dios o Papá Noel ‘aterricen’ en sus casas con costales cargados de muñecas, carros, balones, superhéroes, sets de cocina, peluches, juegos de mesa… y para eso, las empresas comercializadoras de juguetes se han preparado en el último semestre del año con miras a satisfacer las necesidades de un público que, pese a su edad, se vuelve cada vez más exigente.

El Sistema Estadístico de Comercio Exterior de la Dian señala que durante el mes de agosto es cuando más carga de juguetería importada se recibe en la ciudad. El año pasado, mercancía avalada en 6,2 millones de dólares llegó a Barranquilla en ese período, mientras que este año, en el mismo mes, la juguetería que entró se estimó en casi 9,5 millones de dólares, lo que evidencia un notable crecimiento de la mercancía importada. En total, en los primeros ocho meses del 2012, se registró un crecimiento del 13% en las importaciones de juguetería con relación al año pasado.

Abarrotados: así se ven los estantes de juguetes
en Navidad
En la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla, entre agosto y septiembre, se movieron 1.050 TEUS de carga navideña, un 88% más en estos productos con relación al mismo período en el año anterior. Esta carga se ha movido principalmente desde países como Estados Unidos, Holanda y China, destacándose este último. El flujo de este tipo de mercancía aumenta conforme a la variedad que representa este sector. Los estantes de los principales almacenes especializados en juguetería son la principal muestra de ello.

Pero así como llegan juguetes para hacer caritas felices, llegan otros que no son permitidos y muchos más de contrabando. El director seccional de Aduanas de Barranquilla de la Dian, capitán de fragata Jorge Eduardo Castillo, reporta 17 decomisos en lo que va corrido del año en juguetería, que representan 132 millones de pesos. La mayoría venían provenientes de China.



La oferta crece. Pepe Ganga, empresa que posee 55 almacenes a nivel nacional en 12 ciudades, incluida Barranquilla, mantiene la filosofía que en “las ventas en diciembre, cada día es más importante que el anterior”. A medida que se agota el calendario y se acerca el anhelado 25 de diciembre, los clientes se acercan con mayor frecuencia a indagar por los pedidos de los más pequeños.

Lina Mendivelso, directora de Publicidad y Comunicaciones de la empresa, sostiene que no hay un juguete que se solicite por encima de los demás, pero “estamos seguros de que lo que estará de moda en esta temporada es Playmobil, la línea de juguetes más popular de Europa y que por fin llegó a Colombia”.

Las figuras de esta marca, además de tener el tamaño ideal para que el niño las pueda guardar en el bolsillo, se mantienen en pie con facilidad, lo que permite una mayor flexibilidad para jugar. Mediante diversos accesorios se pueden transformar en un individuo de cualquier época o profesión.

Con el 45% de la totalidad de su mercancía importada directamente, Pepe Ganga espera poner más de 70 mil juguetes en esta temporada en las manos de niños barranquilleros.


Los más pedidos. En Toy Center, juguetería tradicional de la capital del Atlántico, manejan más de 5 mil referencias para esta época del año. Entre las novedades que ofrecen al público, que puede encontrar toda la mercancía que se ofrece por Tv, están el Bop it (un juego de agilidad), el Uno Roboto (una variación del popular juego de cartas), el Monopolio millonario (la úlima versión del tradicional) y el Buzzer electrónico, una trivia con cuatro opciones para divertirse.


Todos los días y de diferentes proveedores llegan artículos para complacer al público infantil, que tiene entre sus predilectos, en el caso de las niñas, a juguetes como Barbie, que para esta Navidad trae entre sus innovaciones la Foto Fashion y la Sirena; toda la línea de Baby Alive, como Primeros pasos y Primeros dientes; la familia Nenuco y la increíble Daphne, que crece.

Los niños, por su parte, no dejan de pedir artefactos relacionados con programas de televisión, como el caso de Bey Blade. La última película de Batman también ha inspirado a los fabricantes, que se las han ingeniado para ofrecer un batimóvil convertible que cuesta casi 300 mil pesos.



Otra opción. Los outlets son otra alternativa para comprar en Navidad, pues los juguetes no son la única inversión que demandan las fiestas decembrinas. En Megaoutlet Continente hay variedad de opciones para satisfacer los deseos de los niños. Luis Betancourt, administrador del almacén, asegura que “nuestra mercancía es elaborada en China y traída desde Panamá. 


Manejamos las tendencias del año pasado para poder ofrecer a nuestros clientes precios económicos”.

Así que si algún pedido de su hijo no fue atendido la Navidad anterior, ya sabe dónde puede encontrarlo para sorprenderlo este año. En Continente, al contrario de otros almacenes, sí se manejan las promociones en esta temporada, pero solo hasta una fecha estratégica.

Juguetes como niños, nacen cada año. Cada uno es ideal para complacer a los miles de pequeñines barranquilleros que esperan impacientes la llegada del Niño Dios, el regalo más esperado de todo el año.

Juguetes que no llegarán. La Ley 18 de 1990 rige la normatividad aplicable a los juguetes bélicos. En sus artículos establece que las “personas jurídicas o naturales que fabriquen, importen, distribuyen o vendan los juguetes” de este tipo serán sancionados, así como la mercancía quedará decomisada. Entran en esta categoría “todos aquellos objetos, instrumentos o réplicas que imiten cualquier clase de armas de fuego (...) cortas, largas o de artillería; blancas, sean (...) contundentes, arrojadizas, de puño o de corte o de asta, y de guerra como tanques, aviones de combate o barcos armados, utilizados por las fuerzas armadas, la Policía Nacional y los organismos de seguridad de un Estado, u otra clase de armas”.