miércoles, 20 de abril de 2011

Cobain, el inmortal

Kurt Cobain, el más emblemático de los músicos de los 90’ y uno de los más grandes artistas de todos los tiempos, fue el abanderado de la llamada ‘generación X’, cuyo himno Smells like teen spirit, se erigió como el mayor éxito de su banda Nirvana.

Con un una niñez bastante agitada, motivo seguro de su voluble estabilidad emocional, acabó diagnosticado con un trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Para terminar de rematar el típico y nefasto cuadro del hijo afectado por sus padres separados, Kurt fue obligado a practicar deportes, cuando siempre demostró una cierta reticencia hacia esas actividades.

Después de este panorama no es alarmante asimilar sus consecuencias. Cobain abandonó la secundaria dos semanas antes de terminarla, pues sus notas no alcanzaban el promedio requerido para graduar. Su madre lo echó de la casa al enterarse.

Se alojó en casas de amigos durante algún tiempo hasta que encontró un nuevo y estable refugio: la sala de espera de un hospital comunitario en Grays Harbor. Se estableció ahí hasta que logró mudarse a un apartamento que pudo pagar.

Luego de esto vino la materia fecal, o ‘Ed Ted and Fred and Fecal Matter’. No se asusten, no es grosería, así se llamó el primer grupo de KurtCo, al lado de Krist Novoselic. Afortunadamente tiempo después decidieron cambiar el nombre por el mítico ‘Nirvana’, y el éxito vino de la mano de este.

La avalancha de gloria y aplausos desencadenó el ‘fenómeno Nirvana’, que terminó por atormentar a un ya cansado Cobain, ‘la voz de una generación’.

Ni la aparición inesperada de Courtney Love pudo evitar lo predecible. Una constante de excesos banales lo hizo sucumbir. Un coctel de drogas, depresión y un nunca detectado mal estomacal terminaron por abrumarlo. Era todo y nada. Un hombre atiborrado de momentos y carente de argumentos.

Kurt necesitaba a alguien. Un alguien vivo, real, capaz de sustraer el remolino de sentimientos que mortificaban su existencia. Es obvio que no lo halló, y decidió morir cuando todo lo tenía. Dejó una carrera, una pasión, una esposa, una hija. Lo mejor de su vida por un descanso que en el mundo terrenal no encontró.

Suicidarse con un balazo en la cabeza, rodeado de la soledad de un garaje, lo catapultó a ser una leyenda. Tenía 27 años y una carrera por delante para brillar con luz propia. 



***

Kurt Cobain fue posicionado en el puesto número 12 de Los 100 guitarristas más grandes de todos los tiempos en 2003 y en el puesto 45 de los 100 cantantes más grandes de todos los tiempos en 2008, ambos por la revista Rolling Stone.

La corta carrera de Nirvana concluyó con la muerte de Cobain en 1994, pero su popularidad creció aún más en los años posteriores. Ocho años después de la muerte de Cobain, "You Know You're Right", un demo nunca terminado que la banda había grabado dos meses antes de la muerte de Cobain, escalaba las listas de radio y música de todo el mundo. En 2004 fueron rankeados en el puesto #27 en la lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos de la revista Rolling Stone. Desde su debut, la banda ha vendido más de 50 millones de álbumes a nivel mundial, incluyendo 10 millones de ejemplares de ‘Nevermind’ en los Estados Unidos y 25 millones en todo el mundo. Su música continúa siendo emitida por estaciones de radio de todo el mundo.


Bonus Track: Una dura pero certera frase de Cobain, escrita en su nota de suicidio...

"Ya no tengo la pasión y entonces recuerdo, es mejor quemarse que apagarse lentamente..." 

Imágenes by mila_cortez, Trekkie313 y remote72

1 comentario:

Anónimo dijo...

Neck or nothing.