domingo, 26 de octubre de 2014

Edgardo Osorio, nuestro niño prodigio de la moda



Este artículo lo escribí para el diario El Heraldo a propósito de la celebración del Bicentenario de Barranquilla, el 7 de abril de 2013. Le pedí a Silvia Tcherassi y a Francesca Miranda que me dieran el nombre de quien consideraban el talento de la moda barranquillera del futuro y no pudieron darme un mejor candidato, que posiblemente esté fuera de concurso. Lo llamé a Nueva York, en medio de su apretada agenda, y es una de las entrevistas más cálidas y chistosas que he hecho en mi vida. ¡Tipazo!

Una piña le recuerda de donde vino. Piña de oro que brilla como el Sol, su leal aliado, y que contrasta  con el agua azul de su Aquazzura. Piña tropical, que sella la anatomía de sus creaciones, su estampa diferencial. Piña que es una apología a Colombia, a las palenqueras de Barranquilla y Cartagena, a frutas llenas de color.

Necesita ese recuerdo cálido para llevar el swing latino a sus creaciones de punta y tacón, para mezclarlo con la sofisticación europea, la estética italiana, la dolce vita de los 60 y subir, a la mujer, a un viaje sin regreso donde la sensualidad conduce. La elegancia viene del Viejo Continente; lo sexy corresponde a este lado del hemisferio.

Edgardo Osorio es tan barranquillero como los jugos que hoy extraña desde cualquier latitud, en invierno o en verano, en Londres o en Milán. Decir que a los 18 años ya trabajaba para Salvatore Ferragamo le dará una idea de su magia para diseñar zapatos, que como piezas de colección, soportan el imaginario de Aquazzura, su marca, la misma que ha sido reseña en varias decenas de revistas internacionales de la talla de Elle, Vogue, Bazaar, Marie Claire, por mencionar algunas, gracias a su magistral propuesta.


Edgardo tiene 27 años... ¡just 27!
“Es una marca colombo-italiana porque está en Italia, pero mis raíces son las mías y son parte de lo que enriquece y lo que hace que mi marca sea lo que es y que mi estilo sea lo que es”. Tiene su gusto claro.

Empezó su carrera en el diseño a los 14 años, luego de una corta estadía en Londres, donde llegó a estudiar gracias al apoyo de su familia. “Cuando regresé tenía algunos trabajos y Francesca Miranda me dio la oportunidad de trabajar con ella. Yo prácticamente salía del colegio a trabajar con ella todos los días, por casi tres años”, explica.

Terminó su bachillerato en el colegio Parrish y viajó a la capital británica, nuevamente. Esta vez a estudiar en la Central Saint Martins, institución que abandonó para enfilarse en el equipo creativo de Ferragamo. Allí llegó por un contacto que había hecho tiempo atrás, en Milán, en un desfile de Francesca. Se mudó a Florencia, abrió su propia empresa de consultoría de moda y trabajó con más de 20 marcas.

Siguió boceteando, haciendo contactos, y Roberto Cavalli para que trabajara a su lado. “Me volví el director de accesorios de zapatos a los 23 años”, me cuenta, al tiempo que me reitera su desmedido gusto por el Sol y los colores, que se convierten en inspiración permanente.

Se ríe mucho. Se le olvidan las preguntas. “Y yo soy hablador, en eso sí soy súper barranquillero, yo sí hablo”. Y se le sale un “ajá” en medio de la conversación. Edgardo ha logrado a los 27 años lo que a muchos les cuesta casi una vida entera. Es un prodigio en el campo, una promisoria figura de la moda barranquillera. Un personaje que se atreve y que piensa que  la moda no debe ser tan intelectualizada.


“Siempre estoy pensando en el próximo zapato, no en el primero”. Él va un paso adelante, de la mano de un cosmos que viene en forma de plataforma, sandalia o tacón.



Aquazzura feat Olivia Palermo

La moda regala alianzas de ensueño, como H&M y Karl Lagerfeld, o Louis Vuitton y Takashi Murakami, Altuzarra para Target, Silvia Tcherassi y Payless...y ahora, Edgardo Osorio se une a esa oleada. Su amiga, su musa, Olivia Palermo, marca el paso de la nueva colección cápsula de su Aquazzura, con todo el allure de la socialité neoyorquina y su sentido agudo de la universalidad de la moda. Son 6 pares de taconazos con el habitual sex-appeal de la marca italiana vistos por los ojos de Olivia, quien usó cuero platinado, cachemira y ante para encerrar el pie en botines de lujo, sensuales 'pumps' e intrincados trenzados.

Desde el mes de septiembre está a la venta esta colección, la otoño-invierno 2014, que solo se consigue en 12 tiendas alrededor del mundo y online de manera exclusiva en la plataforma Net-a-porter.

miércoles, 22 de octubre de 2014

El hasta siempre silencioso de Óscar De la Renta

Escribí este artículo para ADN Barranquilla, el diario donde trabajo. Fue publicado el 22/10/14.

No fue hombre de escándalos, por eso tampoco se pavoneó de su partida y lo que ésta representaba. Recuerdos colombianos que dejó el diseñador latino más grande de todos los tiempos.

En la pasada Semana de la Moda de Nueva York.
Su última aparición pública.

A los genios solo les queda caer de pie, como a Óscar De la Renta. No tienen otra salida; no disponen de demasiado espacio para escoger el brillo. El dominicano, nacido en el seno de una familia acomodada y numerosa, eligió el arte desde siempre. La exploración de la pintura lo llevó a ahondar en las capas más misteriosas del género femenino para darle a la mujer exactamente lo que soñó en las fantasías.

Si todas han querido ser princesas ensoñadoras, dueñas de su propio cuento de hadas, De la Renta fue el mejor escritor de cuentos con tules, sedas, organzas y su inconfundible sello de romanticismo, rubricado en las letras cursivas que siempre fueron el telón de sus pasarelas. En la última que presentó, en septiembre, en Nueva York –no podía ser otro lugar que la ciudad que puso a sus pies-, la exquisitez de sus flores y su destreza con las siluetas hicieron que todas las miradas voltearan hacia él. Ya fuera en la última fila, en el ‘front row’, o a través de un smartphone. Todo el mundo quiere a Óscar De la Renta porque el planeta entero lo conoce.

Descifrar a la mujer hizo de quien fuera discípulo de Cristóbal Balenciaga (Guetaria, España, 1895- Valencia, España, 1972) el epítome del diseño latinoamericano por excelencia, y el responsable de que nuestro continente se ubicara en el radar ‘fashion’ mundial. Puso a la moda a hablar español cuando el francés era la lengua materna y el inglés se apoltronaba como segundo idioma del universo creativo. Se lo debía a Santo Domingo, capital de su República Dominicana, que lo trajo a la vida un 22 de julio de 1932.
Su paso por Elizabeth Arden, Lanvin y Balmain lo prepararon para hablar en primera persona, a su nombre, sobre la pasarela, fundando su sello. Fue cuando el esplendor y drama de sus cortes tocaron techo, cuando se vinieron los icónicos trajes de novia pintados de rosa pastel y azul. Los vestidos nupciales, la cereza del pastel De la Renta, vistieron desde rostros locales hasta los más envidiados del planeta.


 
Colección Bridal 2013. El romanticismo pintado de color.


María Isabel Dávila, reina del Carnaval 2006, se dio el lujo de casarse, hace tres años, con un clásico blanco del dominicano de su colección spring-summer de novias. Hace apenas unas semanas, Amal Alamudin, la heroína de carne y hueso que logró casar a George Clooney, usaba, sin saberlo, el que sería el último traje de matrimonio del “caballero de la moda”, como lo llamó su colega y amiga barranquillera Silvia Tcherassi.

'Marichy' con su traje de novia de Óscar De la Renta, comprado en la boutique de Miami.

A su paso por el Cali Exposhow del 2009, bailó salsa.
Pero Colombia tiene un recuerdo aún más auténtico del modisto. Fue en el 2009, en la capital del Valle, cuando la feria Cali Exposhow lo presentó como su invitado internacional y estelar. La modelo Norma Nivia cautivó al dominicano en el casting, que se sentó en primera fila para ver desfilar su colección Resort 2010, un verdadero privilegio si se tiene en cuenta que pocos creadores de su estatus presentan una propuesta completa para determinada estación en pasarelas especiales, como la de Cali. Por ese entonces bailó salsa y se sintió a gusto. Su sonrisa lo delataba.

Claro, estaba familiarizado con un país que lo conoció en persona en el 2000, cuando inauguró dicha edición de Colombiamoda, y luego volvió después para presentarle a esta parte del mundo lo que era hacer Alta Costura para Balmain. Una sinfonía del color anclada a su alma latina y caribeña, para la que nunca parpadeó.

En septiembre pasado, bajo el cielo neoyorquino que siempre brilló para él, cuando apareció delante de ese mural de flores con las que le encantaba vestir sus desfiles, ya se le vio algo desanimado. La semana pasada, un anuncio ligeramente anticipado debió avisar que algo iba mal: De la Renta dejaba en manos de Peter Copping la dirección creativa de su firma. Este lunes, en Kent, Connecticut, su corazón apasionado por la moda y la elegancia se echó a dormir. 

Es que ya el cáncer, con el que fue diagnosticado en el 2006, había hecho mella. Un paso a un lado y un retiro con la factura de sus mejores galas. Óscar De la Renta no pronunció la palabra ‘despedida’ porque nunca se irá. Para caer de pie es necesario eternizarse. Ya el gran Óscar pasó el examen.



Un caribeño de Alta Costura

Si tal vez algo le quedó pendiente al modisto fue el hecho de entrar con su firma personal a la Cámara de la Alta Costura Parisina. Lo hizo mientras estuvo en Balmain, pero no como Óscar De la Renta, algo que hubiera marcado un hito en la historia del máximo organismo de la Haute Couture mundial, puesto que habría supuesto ser la primera marca netamente latina en sus filas. Al respecto, Silvia Tcherassi, amiga personal del diseñador dominicano, da su opinión.

¿Cree que se les dificulta a los diseñadores latinos entrar en calidad de invitados a la Cámara de la Alta Costura de París con la muerte de De la Renta?
Recordemos que Óscar De la Renta fue director creativo de Pierre Balmain y presentaba sus colecciones en el calendario de la Alta Costura y fueron siempre bien recibidas. La Cámara de la Alta Costura siempre ha sido abierta a no franceses. Y estoy segura de que si Oscar hubiera solicitado su inclusión a título personal, lo hubieran aceptado. El hecho que esta misma Cámara me hubiera invitado a presentar mi colección pret-a-porter  en el calendario de la Semana de la Moda de París es la mejor prueba de que valoran el talento latino.

“Siempre estaré agradecida por haber propuesto mi nombre para Balmain”: Silvia Tcherassi

Al preguntarle a Silvia Tcherassi por el retrato que deja en su mente Óscar De la Renta, se nota su corazón puesto en cada una de las palabras por dibujarlo. “Siempre recordaré de Óscar su sonrisa y su calidez. Era un hombre impecable y exquisito, un caribeño excepcional.  Una persona orgullosa de su cultura latina, y era el embajador no solo de República Dominicana, sino de América Latina. Siempre será una inspiración como persona y profesional. Además, siempre estaré agradecida por haber propuesto mi nombre para ser la directora creativa de la colección ready to wear de Balmain. Me siento honrada de haber sido su amiga y que él también lo sintiera así. Me acuerdo cuando lo entrevistaron en La W y le preguntaron por Colombia y dijo que tenía dos amigos en Colombia: Julio Mario Santodomingo y Silvia Tcherassi.