jueves, 30 de diciembre de 2010
Happy New Year!!
martes, 28 de diciembre de 2010
Un mágico rincón
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El Tronquito, sitio predilecto de chicos y grandes |

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Más de 50 figuras hace parte de la decoración |

jueves, 23 de diciembre de 2010
¡Es Navidad!
Nos ha llegado el turno… la fiesta más popular del mundo entero ha llegado. ¡Es Navidad! Y es gratificante poder compartirla con ustedes, los lectores, que asiduos u ocasionales, gastaron parte de su tiempo echándole un vistazo a estas líneas, que aunque modestas, son escritas con todo el respeto que puedo sentir.
lunes, 20 de diciembre de 2010
La Nena (Bitácora de un secuestro)
viernes, 17 de diciembre de 2010
Les Beaux Arts (Parte II)


Por su historia, su talento, y ese fantástico legado en forma de nueve sinfonías, Beethoven.

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Swans reflecting elephants, de Dalí |


martes, 14 de diciembre de 2010
Les Beaux Arts (Parte I)

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El emblemático símbolo de la Ciudad Luz |
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El baile: belleza y expresión |
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El David, de Miguel Ángel |
sábado, 4 de diciembre de 2010
Ese Freud...
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Freud fue el gran referente del pensamiento postmoderno |
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Sad Top 3
jueves, 18 de noviembre de 2010
Una ancestral alegría


lunes, 25 de octubre de 2010
El Nobel más noble


Dichos intereses se dividirán en cinco partes iguales, que serán repartidas de la siguiente manera:
Una parte a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz.
domingo, 10 de octubre de 2010
La vida cuando se tiene la sangre azul / Parte I
- personal, y estrictamente unipersonal
- vitalicia (en algunos casos históricos existieron magistraduras temporales con funciones similares, como la dictadura romana, y en muchos casos se produce la abdicación voluntaria o el derrocamiento o destronamiento forzoso, que puede o no ir acompañado del regicidio).
- designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por un grupo selecto (monarquía electiva)

miércoles, 6 de octubre de 2010
Olor a inmunidad
viernes, 1 de octubre de 2010
Una reseña sobre Death Note

miércoles, 29 de septiembre de 2010
Cuando el arte se vuelve tragedia
La imagen de una niña yugoslava tendida en el suelo, muerta a causa de un balazo en la frente, era la fotografía ganadora que se proyectaba en el telón de los Pulitzer, los premios de periodismo más cotizados del mundo.
10 segundos, 15 segundos, 20, 25… 1 minuto. Kate Brolowsky nunca subió a recoger su galardón. La ganadora del premio a mejor fotografía del año abandonó el Salón Principal del Madison Square Garden porque no se sintió capaz, y mucho menos, merecedora de recogerlo, porque la historia se repitió…
Hace 15 años, en el mismo recinto, Kevin Carter se hacía acreedor del mismo galardón con una imagen que mostraba un imponente buitre aguardando por el momento de atacar a su presa: un niño desnutrido de la sabana africana. Dos meses después, Carter se suicidó.
Contado así no parecen justificarse las acciones realizadas por los fotógrafos en ambos casos, pero la verdadera historia, los hechos detrás de la escena capturada, son los que contienen la realidad perturbadora que los condujo a reaccionar de esa manera.
Kevin Carter tardó 40 minutos en tomar la foto, y Kate aún no calcula cuántos segundos pasaron, pues su mente no quiere pensar en ello…
Encontré a Kate Brolowsky en el baño de mujeres que se halla en el ala derecha del salón donde se efectuaba la ceremonia, una media hora después del inesperado suceso que revolucionó los Pulitzer. Su cara, rebosada en lágrimas, evidenciaba una profunda desesperación, pero sobre todo, unas inmensas ganas de retroceder el tiempo a costa de lo que fuera.
Cinco minutos antes de retratar la imagen ganadora, la fotógrafa austríaca presenció cómo un rebelde alemán de extrema izquierda intimidaba a una niña de unos ocho años. La redujo con su arma y le arrebató de sus manos, sin piedad, la única posesión que tenía en esos momentos, un oso de peluche. El rifle estaba a la altura de la frente de la menor, Kate contemplaba nerviosa la escena y su lente no dejaba de disparar. Sus ojos se centraban en los dos personajes, hasta que la pequeña yugoslava dirigió su mirada hacia los de ella. Kate sabía que esos ojos imploraban ayuda, una ayuda que de no ser proporcionada a tiempo, acabaría por dejar como saldo un corazón menos latiendo en el planeta. Y así fue.
Desde hace tres meses, los que han transcurrido desde la toma de la fotografía, Kate no puede conciliar un sueño tranquilo. Sus días se debaten entre la necesidad frustrada de contar su secreto a alguien sin ser juzgada, y la impotencia del “ya no hay nada que hacer”. Ella se siente cómplice de un crimen atroz, de esos que –como muchos- suceden por la incapacidad de reacción del hombre, por la pereza mental de impedir una tragedia ya sea porque no se sienten responsables o porque las ambiciones personales superan el nefasto destino de los otros.
La vigésima cuarta versión de los Pulitzer concluyó anoche entre murmullos y especulaciones. La sorpresa fue la gran protagonista de la gala, así como el amargo sabor de descubrir que detrás de la belleza de un arte se esconden funestas circunstancias como la historia de una guerra.